7. el poder sanador de la luz

Mucha gente conoce el poder sanador de la caricia materna; “Ven aquí, mami te dará un besito y lo sanará” – y así es!. Lo que hace sentir mejor al niño, por supuesto, es ser amado, sentirse cuidado y seguro. No tenemos una medida empírica para este amor. No lo podemos ver. Vemos sus efectos, pero no lo podemos reducir a fotones y neutrones.

Esta es la misma dificultad que tenemos al hablar de la Luz Divina. Es el amor de madre llevado a un nivel infinito. Llamémoslo Dios, Creador o Todo Lo Que Es. La Sanación Centrada en el Alma sostiene que esta Luz creó todas las almas a partir de su propia Esencia, Luz que crea Luz, y que cada alma posee todo el potencial de la Luz. La reencarnación parece ser un medio principal para que un alma, a través de distintas vidas, despierte a su máximo potencial.

En la Sanación Centrada en el Alma, esta Luz es la fuente de sanación. Cuando un estado del ego que está sufriendo, es alcanzado por la Luz interior, reacciona como al amor de una madre. La disociación se transforma en alivio y unificación. Cuando atraviesas la confusión y los espejos y enfrentas directamente a los espíritus intrusos con la Luz, se retiran. Cuando pides la ayuda de guías espirituales que existen en el reino de la Luz, ellos responderán, aunque es posible que esto no se detecte a un nivel consciente.

En el proceso de sanación, es el Yo Superior el que lleva la Luz a los estados del ego, enfrenta a los espíritus invasores, interactúa con guías espirituales de alto nivel de consciencia y puede ayudar a armonizar el cuerpo, mente y alma con la Luz Divina.

En uno de nuestros primeros diálogos, Gerod dijo que el alma era el depósito de su experiencia, y el Yo Superior “la parte activa del alma”. En el proceso de sanación, veo al Yo Superior como el caballo de batalla del alma. La luz es la energía sanadora, el Yo Superior es el lente que puede enfocarla donde sea necesario.