1. Estados del Ego: Los seres Internos

Por el Dr. Tom Zinser


En la primera parte, enumeré las 4 categorías principales de fenómenos encontrados frecuentemente durante el proceso de sanación de una persona.
La primera categoría corresponde a los estados del ego o sub-personalidades.

Disociación:

Un estado del ego es una parte del ser creada por la mente para hacerse cargo del yo consciente cuando el ser no puede tolerar más lo que está sucediendo en su experiencia. De hecho, el yo consciente ‘se retira’. Esta división en la conciencia es lo que los psicólogos llaman disociación. El yo consciente se disocia de la experiencia. Es más, es como si para la persona esto nunca hubiese ocurrido. La disociación es considerada una de las principales defensas psicológicas.

“La naturaleza aborrece el vacío.” Cuando el ser consciente se divide, es como si la mente creara un clon del ser, un reemplazante temporal que tiene como función tomar la posición del ser consciente en esos momentos y hacer todo lo que sea necesario para sobrevivir y/o proteger al ser de todo dolor. Cada estado del ego, por lo tanto, es único. Fue creado como respuesta a una situación única y específica.

El problema es que cuando se crea un estado del ego, no se disuelve o desaparece cuando el trauma o la crisis ha terminado. Una vez que el ego ha recobrado la conciencia, el estado del ego se mueve hacia un nivel subconsciente donde continuará existiendo como un ser real, consciente y vivo. De una conciencia más estrecha, sin embargo, limitado a su experiencia y percepción del tiempo en el que fue creado. Como seres psíquicos, ellos están de hecho, en su propio tiempo y espacio. Un presente eterno. Dependiendo de varios factores, ellos pueden afectar la personalidad consciente incluso muchos años después dado que continúan viviendo la realidad traumática en la que fueron creados.

Hay varias escuelas de psicología, la mayoría en el ámbito clínico, que reconocen y tratan con estados del ego como un fenómeno válido. Se conocen por distintos nombres - estados del ego, sub-personalidades, alter-personalidades, partes – y existen muchos métodos terapéuticos que tratan estas partes del ser.

Sin embargo, no siempre existe un acuerdo, sobre como entender o ver estas partes del ser. Estos también pueden estar fuertemente influenciados por nuestro paradigma de la realidad.

Seres Internos:

La Sanación Centrada en el Alma reconoce que los estados del ego son reales y que bajo ciertas condiciones, pueden afectar la personalidad consciente de forma significativa. Esta es una de esas instancias en las que el cambio de paradigma ocurre. SCA va un paso más adelante del que la psicología tradicional está dispuesta a ir. No sólo ve a los estados del ego como estados psicológicos, sino como ‘seres conscientes’. De una conciencia limitada claro está, usualmente limitada al mundo de experiencia en el cual el estado del ego fue creado.

Los estados del ego viven en un mundo psíquico (es el mejor término que tengo en este momento), es un lugar fuera del tiempo y espacio. Es una realidad sostenida por la energía y conciencia del estado del ego. Podemos verlo como un trozo de realidad. Aún así, para el estado del ego, es todo su mundo, ellos viven en su propio presente eterno.

Es un mundo gobernado por las leyes de consciencia, no de materia. En estos mundos, un estado del ego de 10 años puede volar, se puede esconder en un dedal. Es un mundo más parecido al de los sueños, donde la conciencia vive sin las restricciones de la carne. De hecho, nuestros estados del ego muy a menudo están presentes en nuestros sueños, donde nos ofrecen un vistazo hacia este mundo psíquico. Como Peter Pan y su grupo de amigos, la mayoría de los estados del ego no crecen a menos que, o hasta que, despiertan en una conciencia diferente. La mayoría de estos estados del ego no están conscientes de la personalidad consciente o de la realidad actual.

Los estados del ego se crean especialmente en la infancia y adolescencia, cuando el ego es más vulnerable y la identidad-ego y defensas del niño o niña aún están en desarrollo. Los estados del ego también se crean durante la edad adulta, pero no es tan frecuente, a menos que la persona haya sido sometida a un trauma constante como guerra o abuso doméstico. Las defensas del ego y los mecanismos de supervivencia en la edad adulta son más desarrolladas que el de un niño/niña y le permiten a la persona a lidiar con el mundo externo sin sentirse abrumados.

No nos sorprende que los estados del ego aparezcan como una ‘copia’ de la personalidad consiente, en el momento en que son creados. Puede que hasta lleven la misma ropa, que sean de la misma edad o que sean el duplicado exacto, por ejemplo.
Sin embargo, los estados del ego pueden adoptar cualquier forma que la mente requiera en su intento de satisfacer las necesidades de la situación. Un estado del ego puede ser tan pequeño como Pulgarcito (ideal para esconderse) o pueden ser creados como Hulk (esperando explotar).

La mayoría de los estados del ego se perciben teniendo un cuerpo. Dada la oportunidad, te pueden comunicar más sobre ellos mismos: si tienen una forma humana o no, lo que llevan puesto, la edad, si son del género femenino o masculino y donde están. A menudo tienen nombres. Sienten y reaccionan frente al dolor y al placer.

Cada estado del ego, sin embargo, es una creación única de la persona de la que forman parte. Podemos encontrar estados del ego similares en distintas personas, pero cada estado del ego es un ser único. Pueden ir desde un estado más o menos inactivo a estar completamente activos en la vida de una persona. Pueden estar fuertemente involucrados en áreas específicas del funcionamiento de la persona o pueden gatillarse periódicamente dependiendo de las circunstancias en la realidad consciente de la persona.

Si alguna vez te has sorprendido por una reacción emocional intensa hacia alguien o alguna situación, o si has dicho más tarde, “No sé qué me pasó”, es muy probable que un estado del ego se haya gatillado. La persona consciente generalmente sabe cuando un estado del ego se ha gatillado, aunque no piensen en ello en estos términos. Una crisis de pánico, un ataque de rabia o un sentimiento repentino de rechazo pueden ser ejemplos. Una persona sabe cuando estos sentimientos y pensamientos han sido gatillados, pero generalmente no se entiende el porque, o por qué son tan intensos. Puede que una persona le de poca importancia a un episodio, a menos que de alguna forma le traiga problemas, o comiencen a reconocer un patrón e interferencia en sus vidas.

El Precio de la Protección

Los estados del ego son creados como protección, pero vienen con un precio. La mayoría de los estados del ego viven en un estado de angustia. No se crean en momentos felices. Son creados en situaciones traumáticas, dolorosas, de confusión, y esta es la realidad que llevan consigo hacia el subconsciente. Esto en sí puede ser un problema para la persona. Dolor profundo, incluso pensamientos encapsulados a un nivel subconsciente pueden afectar al ser. Así como desechos nucleares, la energía tóxica continúa emitiendo sus emanaciones mortales.

Los problemas también surgen cuando eventos en la realidad de nuestra conciencia gatillan un estado del ego. Generalmente es debido a que los eventos que están ocurriendo en la realidad actual, se asemejan a la situación en la que el estado del ego fue creado, sentimientos o percepciones. Una experiencia de rechazo en el presente, por ejemplo, puede gatillar un estado del ego de cuatro años que fue creado en una experiencia de rechazo por la madre o el padre. El estado del ego responde a la amenaza, no desde el punto de vista presente del ser, sino desde su propia experiencia y percepción. Responderá de la misma forma en la que respondió durante el trauma original.

Aquí es donde los estados del ego pueden volverse un problema para el ser consciente. Su reacción y defensa es basada en información pasada, pero ellos no lo saben. Y a menos que el ser consciente esté al tanto de que un estado del ego haya sido gatillado, él o ella pueden quedar atrapados en la reacción o quedar confundidos por las secuelas de los sentimientos o pensamientos.

El Proceso de Sanación

En la Sanación Centrada en el Alma, los estados del ego son frecuentemente el foco principal en el proceso porque muy a menudo son la fuente de dolor, miedo o confusión en la persona. Dentro del contexto de la sanación, la pregunta es si algún estado del ego está significativamente involucrado en el problema que presenta el cliente. Si es así, el objetivo de la sanación es identificarlo y ayudarlo a pasar por el proceso de compartir y liberar. Esto es psicología Freudiana básica: llevar las experiencias reprimidas hacia el consciente conduce a la catarsis y liberación.
En el proceso, el estado del ego es liberado de su realidad estrecha y guiado hacia una conciencia expandida del ser con la que se puede integrar en el presente.